Tenía muchas ganas de escribir por fin una crónica de un triatlón. Demasiado tiempo sin hacerlo, lo que significaba que no competía. Concretamente desde septiembre de 2014 en el SAILFISH HALF TRIATLON de Berga. Así que para empezar a coger ritmo, a recordar que es eso de las transiciones y a probar un poco los entrenamientos que el mister Iván Herruzo me pone, decidí hacer el TRILIMIT en su distancia SHORT, con 1000 metros nadando en el río Ebro, 55 kilómetros de bici y 10 kilómetros corriendo.
El Trilimit iba a ser el punto de encuentro con un montón de compañeros de Team Argon18, además de otros amigos triatletas con los que no tengo ocasión de coincidir tan a menudo como nos gustaría. Sergio Turull, Juan Carlos Vicente, Xavi Cortijo, y muchos más con los que hacía ya tiempo que no compartía unos kms.
Como os decía, la sección de agua se hace en el río Ebro, a favor de corriente. Cuando oyes esto te imaginas que cuando te metas en el agua será como si fuesen los rápidos de algún río de Costa Rica, pero no… Es cierto que avanzas mucho más rápido, pero me esperaba más velocidad. Mejoras tu tiempo entre 5 y 7 minutos aproximadamente, así que nadé en 15 minutos que se me hicieron eternos, debido a la temperatura del agua, y a la falta de costumbre (supongo). Una mala posición de la cabeza (demasiado levantada) y sin respirar como toca hasta que llevaba unos 450 metros, me acabarían penalizando después.
Al salir del agua, me lo tomé con excesiva calma. Me quito los dos gorros y las gafas, me quito el neopreno (esta parte la hago como los pros) y me pongo el casco de la bici y el dorsal antes de nada. Arranco en la bici y pienso que es mi momento. Hace algo de aire, pero se puede aguantar. Los primeros 10kms son con el viento en contra y mi velocidad no es para tirar cohetes. Me muevo entre 29 y 32 km/h pero con todo y con eso observo que no paro de adelantar a otros triatletas.
Me cruzo con Guillermo Llado, con Jordi Matos, con Ramon Ulldemolins, Miguel Vieira… y eso me da un plus de motivación. Tengo que dejar el pabellón bien alto, al menos en la bici. Antes de llegar al giro me cruzo con Toni y Adrian. Me sacan unos 3 minutos aproximadamente y me pongo como objetivo alcanzarlos. Yo sigo a lo mío sin dejar de adelantar a gente, y con el viento a favor voy entre 38 y 41 km/h. Lo mejor es que estoy disfrutando como un niño sobre la bici. En cada giro al final del recorrido veo más cerca a Toni. Adelanto también a Eva, que estrenaba bici y todavía no se ha hecho con ella, a sabiendas que me pasará en el sector de run.
Así seguimos hasta que en el último giro, a falta de unos 5 kilómetros adelanto a Toni. Queda muy poco y noto como me sigue, a una distancia prudencial, pero sin perderme de vista. Cuando entramos en la ultima parte, antes de llegar a la transición, me dice, «Te voy a meter un palo…» y así lo hace. Me adelanta a falta de unos 15 metros de la entrada a boxes. Para vernos «discutir» y reírnos en los últimos 500 metros de la bici… Estás cosas enganchan…
La T2 me la tomo con más calma. Incluso Mireya me grita desde fuera de boxes diciéndome si quiero unas olivas o algo. Los últimos kms de bici notaba una molestia al respirar, fruto de la posición agachado durante tanto rato y de la posición que os comentaba en el agua.
Ese dolor al respirar hace que correr se convierte en un «pequeño calvario» en los primeros 3 kilómetros. Toni va con molestias en un gemelo y me comenta que no sabe si acabará. Le animo e intento coger mi ritmo suave, para disfrutar del recorrido y los amigos con lo que me voy cruzando. Juan Valsera, Jordi Olivella, Jordi Miranda, Jordi Matos, que además acabaría ganando en la distancia Half, Jose Esquinas… No paraba de saludar a gente. Precioso… sinceramente.
Jordi Matos me adelanta cuando quedan unos 400 metros para meta. Cuando yo entro en meta, con un tiempo de 2 horas 55 minutos, nos fundimos en un abrazo. ¡¡Mola!! Los dos con el mismo tritraje, parecemos Gomez Noya y Mario Mola… jajajaja. No por mi esbelta figura precisamente, pero la imagen es chula.
Así que ya tengo claro donde tengo que invertir más tiempo en estos dos meses y medio que quedan para Vitoria si no me quiero marcar un DNF. Toca mojarse, en el sentido literal de la palabra. Si no te contesto al móvil, es que estoy nadando. 😉